Hermosa y
alta, de pelo albino y ojos claros y cristalinos.
Mira el mundo
desde su Torre almenada y alarga su mano para acariciarlo solamente.
No puede
salir de su hermoso Castillo.
Igual da que
haga frío o calor porque allí siempre hace frío.
Está presa en
su propio dominio.
Muchos vienen
a visitarla, y los ayos ofrecen estancias para disfrutarla.
Vienen en
ocasiones puntuales: verano y fiestas patronales.
Pero, tras
una breve estancia, la dejan y marchan a sus cálidos hogares.
Ella, los ve
alejarse, con ojos tristes y color lánguido.
Sube a la
torre más alta, y a los visitantes ve alejarse mientras, a bajo, las puertas
del castillo son cerradas bajo siete candados para que nadie entre a
rescatarla.
Ella sigue,
en su Torre almenada, alta, con el pelo
albino y ojos cristalinos y claros, y el corazón…helado.
(Olvido)
Enero 2014