Noche, ya no me envuelves con tu oscuro manto de seda.
Ya no me inspiras.
¿Dónde han quedado esas veladas que teníamos tú y yo? Íntimas, llenas de emoción y sentimientos.
Ya no siento el roce de tu sedoso manto, ni el brillar de sus lentejuelas.
Esas brisas nocturnas; mirándonos en la luna los sentimientos reflejados.
Ni suave música nos acompaña. Sólo hay ruidos enervantes.
Voy caminando, noche, miro hacia atrás y… … ¡qué lejos están nuestros encuentros!
Siento la ausencia de tu hechizo.
Ahora son otros asuntos mundanos los que ocupan mi vida, y tú… … ya no me acompañas. Sólo veo tu rastro en la distancia… … quedas muy lejos. Camino sin retorno.
La vida sigue. Tú te pierdes en la distancia. Subes al infinito dejándome en la tierra.
No hay música, luna; sólo realidad.
Olvido
16 Abril 2011