¡Oh, noche!,
he visto tu rostro más oscuro y patético.
he visto tu rostro más oscuro y patético.
Un rostro que no hubiese querido conocer de ti.
No sólo tienes preciosa luna y brillantes lentejuelas bordadas en tu negro manto.
No sólo tienes sutiles velos de gasa, arrastrados por suaves brisas, que oculten el rostro de tu solitaria compañera.
¡Oh, noche!,
tienes horas de espanto y horror.
tienes horas de espanto y horror.
pavor.
He visto, ¡oh, noche!, a fuertes y débiles criaturas deambular
por un blanco pasillo disfrazado de color, como almas en pena llorando, perdidas en tus más profundas horas.
A otros, he visto, ¡oh, noche!, pelear echándote un pulso a muerte intentando vencerte y poder, al fin, ver de nuevo el sol.
por un blanco pasillo disfrazado de color, como almas en pena llorando, perdidas en tus más profundas horas.
A otros, he visto, ¡oh, noche!, pelear echándote un pulso a muerte intentando vencerte y poder, al fin, ver de nuevo el sol.
¡Noche!,
¿por qué te aprovechas en tus horas más profundas, de la desnudez y debilidad de tus criaturas?
¡Noche!,
¿por qué permites que en tu belleza se oculten el dolor y las lágrimas, la hiel y la desesperación?
¿por qué permites que en tu belleza se oculten el dolor y las lágrimas, la hiel y la desesperación?
¡Oh, noche!,
no me asustas. Más bien prefiero conocerte plenamente mostrándome ese terrorífico rostro de tus más profundas horas.
no me asustas. Más bien prefiero conocerte plenamente mostrándome ese terrorífico rostro de tus más profundas horas.
Olvido
No hay comentarios:
Publicar un comentario