¡Bien Venido!

¡Bien venido!

Te invito a compartir unos momentos de soledad en el desierto.
Sumérgete en su quietud mientras preparas tu vuelo


martes, 30 de julio de 2013

EL TIEMPO







Me miré al espejo y me vi.

¿Cuánto hacía que no me veía, que no me miraba bien en un espejo?
Debía de hacer mucho tiempo desde la última vez porque casi ni me reconozco.
Vi que mi cara tenía sendas que la vida había dejado en ella marcadas.

Se me ocurrió que las manos habrían cambiado también, y  las observé. Tenían manchas marrones, como pecas. La piel tenía aspecto de seca y de las células que forman el tejido epitelial se veía claramente sus delimitaciones.

Los brazos tenían también manchas y en determinadas zonas la piel se encogía como un acordeón encoge el fuelle para expulsar el aire.
En las piernas, varículas, rojeces,  abultamientos de grasa repartidos por las rodillas, muslos, pantorrillas, tobillos.

¿Cómo ha podido pasar esto y no darme cuenta? ¿Dónde me he encontrado tan largo tiempo para casi no reconocerme, para no darme cuenta de esto?
Solamente me teñía el pelo porque tenía canas. Es de lo único que me había enterado, de que el pelo, no sólo tenía canas, sino que era blanco completamente y por eso lo tintaba.

Ayer me miré en el espejo y parece que desde entonces he envejecido.

El tiempo, había volado.





Olvido


                                                           5 Febrero 2013

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