¡Bien Venido!

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Te invito a compartir unos momentos de soledad en el desierto.
Sumérgete en su quietud mientras preparas tu vuelo


miércoles, 9 de febrero de 2011

CUANDO LA LUNA SE OCULTE







… en la profunda oscuridad, será cuando vea la luz.
Esa luz tan deseada que sólo se ve en la oscuridad profunda de la noche del espíritu que busca incansable.
Las tinieblas han de inundarlo todo antes de abrir los ojos y no ser deslumbrado por la claridad brillante de la verdad y del saber.

Muchos años son necesarios para llegar a ver esa luz cara a cara. Lo sabía, es lo único que sabía.






Yo aún no ha podido abrir los ojos para verla. Sigue en sus tinieblas buscando a tientas dónde se encuentra el camino para llegar a ella.
Desea tener esa intensa luz, no fuera, si no dentro de sí.
Cree que es así como hay que verla, hacia dentro de uno mismo. Eso es lo más difícil de conseguir.





Nadie  puede indicar el camino porque para cada uno es distinta la senda que ha de seguir y la manera de encontrarlo.
Y ese camino siempre se hace a oscuras y en solitario.
         Da miedo.
Provoca dudas.
Aunque se quiera pedir ayuda nunca se encuentra, porque cada persona indica lo que ella misma cree y no son iguales.
Solamente sirve escuchar, observar, experimentar, fallar, caer y volverse a levantar para de nuevo comenzar.
Cuando más cerca parece que está el fin del camino más se ve  su lontananza y más duro se hace seguir.




Lo único común a todos, en este camino, es la soledad que se siente.

A la profunda noche de su alma nunca llega la luz. Se queda ahí, en la puerta del corazón, llamando.
Llama y llama sin parar.
No encuentro la llave para poder abrir y dejar que entre.
Ha preguntado y todos le han respondido.
Sin embargo sigue sin encontrarla, ni encontrar la forma de buscar por buen camino.

¡OH, noche, noche oscura del  corazón. Noche oscura de la mente, del alma !...¿Cuándo disiparás tus tinieblas y  dejarás ver la luz que ocultas ?






(Olvido)

Abril 2009

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